Siempre hay destinos que por quedarte demasiado a mano, los vas de dejando pasar, eso nos estaba pasando con la isla del Hierro, y ya de paso con la Gomera, que si bien la había visitado un par de veces , siempre a la carrera y nunca mejor dicho, en la Ultra de la Gomera Paradise, me quedé con ganas de admirar los paisajes con un poco de calma.

El plan era pasar con la furgoneta en barco, primero de Lanzarote a Tenerife, vía las Palmas, y de ahí a La Gomera y El Hierro. Una paliza de barco, pero la verdad que compensa con creces la libertad que te da la furgo, sobre todo en estas islas tan salvajes.

La Gomera, es sobre todo agreste, inmensa , profundos valles y enormes montañas, escarpada hasta limites increíbles. Para correr un auténtico paraíso, imposible no hacer desnivel , cada salida un mínimo de 1000m+, por paisajes siempre alucinantes y a pesar de estar en agosto, siempre en solitario.

Hice rutas subiendo desde el nivel del mar hasta lo alto del Garajonay, desde Vallehermoso, Valle Gran Rey, Playa Santiago, Hermigua… luego a hacer rutas con Edurne por el interior del Garajonay, y a disfrutar de playas y atardeceres.

Lo malo que nos acabo pillando la ola de calor y Fivi, casi me da un susto, el día que nos perdimos y nos cogió el calor, al final los últimos 10 km cagando con la pobre en brazos, no podía dar ni un paso más, desde aquel día ya no se pone igual de contenta cuando vamos a correr.

El Hierro nos sorprendió, más aislado, más solitario, más salvaje y más grande de lo que nos imaginábamos, otro paraíso para correr, con mucho desnivel, y muy verde también. Pena que por la alerta de incendio debida a la ola de calor, no nos dejasen visitar en centro de la isla. Aun así mucho encanto en una isla con paisajes de fin del mundo.

Y para terminar unos días en casa de nuestro gran amigo Pablo, en Tenerife, después de dormir a mas de 2000m y correr cerca del Teide, fuimos a cenar aun restaurante vegano muy rico con Lorena y Pablo como fin de viaje.

Como regalo de despedida, perdimos el barco de vuelta, tuvimos que comprar uno el día siguiente que nos llevo esta vez por Las Palmas, con escala de 6 horas, y Fuerteventura, así que de propina nos recorrimos 2 islas mas, solo nos faltó la Palma.

Un viaje increíble por recorriendo las islas Canarias, tan bonitas y tan diferentes entre sí.