
La llegada a Puerto Natales, pueblo desde donde se accede al Parque Nacional De Las Torres Del Paine, fue un poco desalentadora, las calles estaban vacías, el cielo gris, la temperatura rondando los 0º y nosotros cansados de tanto vuelo, así que decidimos esperar un día para preparar el treking con más calma.
El día siguiente lo dedicamos a investigar la ruta, no podríamos hacer la vuelta grande de 9 días, porque había un par de pasos cerrados por la nieve, así que nos decidimos por la opción clasica, la ruta de la W, llamada así por la forma del recorrido en el mapa.
Alquilamos el material de acampada en la misma pensión, y compramos comida para 5 días, entre eso y la ropa de abrigo, las mochilas más pesadas de lo esperado, pero contentos porque el tiempo parecía mejorar poco a poco.

A las 7 de la mañana cogimos el autobús hacia el Parque Torres Del Paine, ya llegando el día abrió y pudimos ver las torres a lo lejos el paisaje era alucinante,.
Comenzamos la ruta desde el punto más alejado así que tuvimos que coger un barco que nos dejó en las orillas del lago Grey.
El primer día se hizo más duro porque finalmente empezamos a caminar a la 1 de la tarde, y los 14 km que teníamos eran casi todos cuesta arriba.
El camino corre paralelo al lago Grey, hasta llegar finalmente hasta el increíble Glaciar Grey, a medida que vamos pasando kilómetros vamos viendo mas icebergs flotando.
Hasta que por fin, oteamos en el horizonte el glaciar, es increíble, forma un paisaje totalmente irreal, parece que no pueda ser natural algo con esas formas tan perfectas, tanto hielo azul flotando en el lago con ese agua, que ahora por la lluvia han adquirido un tono marrón, eso junto a que estamos completamente solos ,crea una sensación extraña, difícil de describir.

Llegamos a la zona de acampada, el Campamento De Los Guardas, donde nos encontramos con una chica alemana, que salió con nosotros desde el barco, y otros dos chicos alemanes más. Esa noche pasamos un poco de frío a pesar de nuestro saco preparado en teoría para dormir a – 15º , pero el amanecer nos regala un día soleado, y el glaciar ha tomado una tonalidad diferente, así que desayunamos un te calentito, un poco de avena, y en marcha.
Nos toca desandar camino, por la peculiar forma de w de la ruta tendremos que hacer eso en tres ocasiones, digamos que cada palito vertical de a W es un valle que tenemos que subir y bajar.


Al final de la tarde ya podemos ver los Cuernos Del Paine, estampa de postal que nos acompaña todo el día , aunque la ruta se nos hace un poco larga, 22 km, que con el mochilón, se hacen un poco pesados, Edurne llega en reserva, pero la especialidad del día, sopa de verduras con espaguetis nos recarga las baterías.


El día siguiente, toca subida al valle de Los Franceses, pero esta vez sin peso, ya que dejamos la mochila donde hemos dormido que recogeremos a la vuelta, junto en frente nuestro se encuentra el Paine Grande de 3000. m. según vamos subiendo, grandes bloques de hielo y nieve se van desprendiendo, formando avalanchas, que hacen un ruido impactante.




Finalmente llegamos al Valle de los Franceses y desde el mirador podemos contemplar el circo que nos rodea.
La bajada es preciosa un sendero que serpentea entre un tupido bosque, como tengo que adelantarme para desmontar la tienda, aprovecho y bajo corriendo, poco a poco me voy lanzando, paro a quitarme ropa, y acabo bajando al limite, como me habría gustado hacer toda la ruta corriendo.
Recogemos 7 km mas y dormimos en el siguiente campamento, donde por suerte podemos comprar algo de pasta, ya que que no nos quedaba comida suficiente.
Hoy es casi el último día y nos tica subir hasta las Torres del Paine, salimos temprano, por la mañana vamos bordeando el lago, y depuse de comer ya es todo subida, pero ya estamos entrenados y llegamos muy temprano, así que nos da tiempo ha subir a las Torres despues de montar las tiendas para ver el atardecer.
El espectáculo de la Torres es alucinante, a pesar de esperarte algo grande, la sensación es aun mayor, un lago azul helado encajonado entre montañas del cual, al fondo nacen tres afiladas torres de mas de kilometro y medio de roca completamente vertical, el espectáculo es total, nos recuerda a Juego de Tronos, que para algo estamos enganchados a la serie. A las montañas de Nido De águilas donde vive la madre loca que da de mamar aun niño grande, el lugar es precioso pero a úlima hora da hasta un poco de miedo.
El campamento es precioso un bosque atravesado por un riachuelo donde puedes coger agua, len la Patagonia, puedes beber directamente de cualquier río, o lago, el agua más fría y pura que jamas hayas probado.



El último día subo todavía de noche a ver si tengo suerte con el amanecer, después de 2 horas chupando frío, un rayo de sol asoma apenas unos segundos tiñendo la pared de las Torrres, suficiente, saco la ultima foto, y vuelvo a buscar a Edurne.
Último descenso y llegamos a la entrada del Parque, a sido una ruta preciosa, con mucho frío, pero con poca gente, al ser todavía temporada baja, es lo que ganas , aunque coincidimos con un grupo bastante ruidoso que como no,eran españoles, y acabamos un poco saturados de cruzarnos con ellos todos los días, es lo malo de los recorridos de ida y vuelta, así que en temporada alta tiene que ser un poco agobiante, de poder elegir, evitad los meses de diciembre a marzo, el verano austral.


¡Que pasada! :O