La falta de conexión y la readaptación a nuestra vida en lanzarote nos han hecho posponer la publicación de las últimas entradas, pero no íbamos a quedar mal y vamos a terminar de contar lo que comenzamos hace un año.

Antes de coger el ferry todavía nos quedaba por atravesar el último país del viaje, Portugal.

Aunque calculamos mal los dias y las distancias, y al final pasamos más horas conduciendo de lo que nos hubiese gustado, y no tuvimos la tranquilidad a la que estábamos acostumbrado para visitar un país.

Aun así nos gusto viajar con la furgo por el país, siempre encontrabamos playas salvajes para dormir, y ademas había bastantes autocaravanas acampando, lo que nos daba cierta tranquilidad.

Paramos en Coimbra, muy bonita, ciudad universitaria, en Lisboa, Sintra y varias pueblos de la zona, aunque la inminente vuelta a Lanzarote y al trabajo, tenia nuestra cabeza ocupada y no nos dejaba tener la misma ilusión que teníamos en el principio del viaje, un pequeño espacio en nuestro inconsciente siempre nos recordaba que esto se estaba acabando.

Nos gustó especialmente la zona sur de Portugal , el Alentejo y el Algarve, nos lo esperábamos maá turístico, y resultó ser mucho más tranquilo de lo que esperábamos, con una costa preciosa, llena de playas solitarias, con rocas saliendo en mitad del mar formando pequeños islotes, nos recordó a los 12 apostoloes en Australia, una pena que nuestro barco partiese de Portimao tan pronto.

Una vez en el ferry, también hicimos una parada de 10 horas en Madeira, pero en 10 horas y sin poder sacar la furgo, no nos dio tiempo a conocer mucho y la capital nos pareció un poco estresante.

Y así en dos días llegamos a las Palmas de Gran Canaria, donde tuvimos que esperar un día para coger otro Ferry a Lanzarote.

365 dias y 16 países más tarde pusimos pie en Lanzarote.

Esto no acaba así ,todavía nos queda una última entrada un poco más reflexiva de todo el viaje, pero para eso nos hace falta echar un poco la vista atrás.