
En menos de 2 horas después de salir del aeropuerto de Frankfurt, ya estábamos divisando tierras cántabras, nos pudimos dar el lujo de aterrizar diréctamente en Cantabria, sin pasar por Madrid o Bilbao, gracias Ryanair!
Las sensaciones eran extrañas, sentíamos pena por el final del viaje pero alegría por llegar a España después de casi un año de viaje, nos parecía que el viaje había sido solo la semana que habíamos estado en Alemania , quizá todo el trajín de la última semana con el robo , hablando con el banco, poniendo denuncias nos había dejado agotados psicológicamente.
En el aeropuerto nos estaba esperando nuestro buen amigo Marcos, el único que sabía nuestro día de llegada, con una escoba y un maillot de Cantabria en todo lo alto, me hizo mucha ilusión volver a encontrarme con un buen amigo.
Lo primero que hicimos fue poner rumbo a Torrelavega, a ver a mi madre que estaría trabajando en la panadería, sabía que íbamos a llegar en unos días pero no tan pronto.
Me puse gorra y gafas en plan incognito, y entré a la panaderia como un cliente más, mi madre estaba superliada y no se fijó, cuando llegó mi turno, vi que mi madre me miraba con cara rara, como diciendo, este me suena, ya no pude más y me entró la risa.
Para el poco caso que nos hizo durante el viaje, le hizo mucha ilusión la sorpresa, a mi también.
Al poco llego mi padre, que andaba por allí, y también flipó, luego fuimos a buscar a la perra, que la habíamos dejado durante un año a la pobre, y que no me reconoció del todo hasta que me vió con el patinete y se volvió loca a ladrar.

Edurne sólo estuvo en Cantabria dos días, tuvo que ir a Lanzarote para rescatar a nuestras gatas, que nos la había estado cuidando nuestro amigo Rafa, pero ahora tenía un nuevo compañero de piso y se dieron cuenta que ya eran demasiados, así que Edurne tenía que ir a llevarlas a casa de su madre hasta que llegáramos con la furgoneta en unos dias. Y como no, también tocó sorprender a su madre, que tanto contaba los días de su vuelta.
En el aeropuerto a las 12 de la noche, le esperaban sus primos Rubén y Jerusalén preparando también como despertar a su madre un rato antes para que no le diera algo al verla entrar a casa a esas horas… la sorpresa valió la pena. Edurne también se reencontró con buenos compañeros de trabajo que trabajaban ese día y por supuesto las lágrimas aparecieron .
Bueno nada más llegar Marcos me puso al día en lo que más había echado de menos en este viaje, andar en bici, patinar, coger olas, lo que sea, la cosa es no parar , probar muchos deportes, lo bueno es que es muy divertido, lo malo, que no acabas de tener un buen nivel en nada, por lo menos en mi caso, pero ya estoy resignado.
Esta vez me tocó probar el SUP, como el surf, pero en una tabla donde vas de pie impulsandote con un remo, y también probamos todos los patinetes longboard en la cuesta de Tagle.
Ya flipé al ver la furgo de Marcos con todos los juguetes, patinete, tablas, remos, cometas, así que nada, unos dias patinando, y bicicleteando con amigos y dándome cuenta de lo bonito que es Cantabria, que lo apreciamos más todavía despues de conocer tantos lugares increibles por el mundo, en Cantabria lo tienes todo, me tome unos días de sin cámara, espero poner más fotos curradas de mi tierra.






Porque el viaje todavía no ha terminado del todo, o no queremos que termine, vamos a regresar desde Torrelavega a Lanzarote con nuestra furgoneta, que nos estaba esperando tan bien cuidada por nuestro amigo Brandan.
Otro tema que teníamos pendiente era pasar por Santiago para la Boda de Tania y Brandan, pero una semana antes Brandan, Mark y Alberto, se presentaron en mi casa a las 12 de la noche, por sorpresa, para la despedida de soltero de Brandan, que iba a consistir en ir de Torrelavega a Santiago en bici subiendo todos los puertos míticos de camino.
La primera reacción , fue que ni pa dios, un año sin coger la bici era demasiado para esa paliza, y menos con Brandan, los que le conozcáis, ya sabéis de que hablo.



El caso es que al día siguiente por la mañana estaba pedaleando con ellos, quité el mono de bici a lo grande, 150 km el primer día de Santillana del Mar a los Lagos de Covadonga, y 165 el siguiente, con 4 puertos incluyeno el Angliru y la Cobertoria, estas palizas no son sanas, pero lo pasamos de puta madre, y me quedé con ganas de seguir hasta Santiago, por lo menos hasta sentir la petada que tenía el día después al mismo nivel de un día postironman.
Bueno Edurne ya estaba de vuelta, y la furgo cargada, nos quedó pena no poder ver a todos nuestros amigos , y sobre todo no haber podido llegar a tiempo para la boda de Nati y Pablo, pero seguro que lo celebraremos más tarde..
Salimos para Galicia, parando en Asturias, días de sidra, fabes y paisajes y como no, lluvia, en la boda de Brandan me tocó currar un poco en mi primer trabajo como fotógrafo, pero aun así lo pasamos de p madre, y nos dimos cuenta del verdadero significado de comer en Galicia, nunca comimos tanto ni tan bien.
Tras la boda unos días costeando por Galicia , volviendo a disfrutar de la gozada de viajar con total independencia con la furgo,nos recordó mucho a Nueva Zelanda, no solo por llevar vehiculo propio, sino por la espectacularidad de los paisajes, y es que la costa de Galicia es increible, pasamos por la zona de playas en Lugo cerca de Rivadeo, y también por a Costa de la Muerte en La Coruña, nos habríamos quedado más tiempo, pero Portugal nos espera y no queremos andar a la carrera como siempre.


Joer que ilusión salir en vuestro Blog.
Bonitas fotos y bonito viaje Alberto :)))
Te veo muy suelto con el LR 😉
Ese Pedro!! Me alegro que te guste, ya me enseñaras algo de PS!!
A ver si en navidades te cojo mejor de salud y echamos unas risas!!