Nada mas llegar a Filipinas ya te das cuenta que es muy diferente al resto de los países asiáticos que hemos visitado, te da la sensación de que has vuelto a España, y es que más de 300 años de colonialismo se hacen notar.

La forma de ser de la gente, las iglesias, muchas palabras españolas en el idioma, te hacen sentirte un poco descolocado, además los filipinos son majísimos, pero de una maneara diferente, no se por qué pero parecen mas cercanos a nosotros.

El nivel de organización del país es bastante bueno, los autobuses salen a la hora, los precios son los mismos para los locales que para los turistas, y han desaparecido los mochileros chungos que están por todo Tilandia, definitivamente es menos turístico que el resto del sudeste asiático.

Estábamos muy contentos, por conocer un nuevo país, y porque en una semana , nos volveriamos a encontrar con Mónica y Ramón, despues de dejarles hace más de un mes en Laos.

Pero antes visitaríamos Palawan, una de las más de 7.000islas del pais.

Después de aterrizar en Manila y conectar directamente con Puerto Princesa, todavía nos quedaban 6 horas de baches en furgo hasta llegar a el Nido, en el norte de la isla.

En el transcurso de un viaje, después de ver tantas cosas bonitas tu capacidad de sorpresa se ve mermada, haciendo que cada vez necesites estímulos mayores para sorprenderte.

Pues eso fue lo que encontramos en El Nido, un lugar capaz de dejarnos con la boca abierta día tras día.

Solamente con las espectaculares puestas de sol que disfrutamos estaba justificado el llegar allí, y es que nunca pensamos que el cielo pudiese alcanzar tonalidades tan diferentes en tan poco tiempo.

Parecía el apocalipsis ,acojonante! además nos quedamos en unos bungalows en la playa, alejados del pueblo, donde sentías estar en otro mundo!

La zona es el campo base para visitar el archipiélago de Bacuit, una cantidad de islas a cada cual mas paradisiaca, con unos fondos de la ostia para bucear, así que disfrutamos como locos con un kayak, las gafas de bucear y recorriendo la islas en barco, para luego ver ponerse el sol desde la playa, nos habríamos quedado un mes allí.

Pero bueno nos teniamos que ir al encuentro de los Ara del Sur, que ya llevaban un mes en Filipinas y nos podían contar nuevos destinos a visitar, asi que con mucha pena a desandar camino y avión de vuelta para Manila.

Ah se me olvidaba, mi querida cámara EOS 400 sufrió un accidente en el barco y se ha quedado ciega, la pantala se ha destrozado, así que la pobre esta para el arrastre, ahora tengo que hacer las fotos a ciegas y los ajustes de memoria, ya que no puedo ver nada en la pantalla.

Después de fotografiar valles, montañas ,playas, rios, desiertos glaciares, templos ,todo tipo de gente y animales , parece que le va llegando la hora de la jubilación, de momento estaré apurando sus últimos días en este país, esperemos que no se resientan mucho las fotos.

 

Nos vamos hacia el norte de Luzón, q nos están esperando!!