Nada más llegar a Luang Prabang , antigua capital y punto elegido de la celebración de fin de año, la fiesta del agua, decidimos seguir camino hacia el norte, para así hacer tiempo hasta los días fuertes de la celebración.
Nos dirigimos a Muang Ngoi, una pequeña aldea a la que solo se puede llegar remontando el rio en barca, lo cual prometia, ademas desde allí se podía hacer caminatas y visitar pequeñas poblados más alejados aun de la civilización.
Normalmente, es bastante raro encontrarte con otros españoles viajando, la verdad es que contados con los dedos de una mano en lo que llevamos de viaje, así que imaginaros encontrarte cantabros, con lo que nos cuesta abandonar la tierruca, ya la casualidad total es encontrarte con alguien de tu misma ciudad.
Pues eso nos pasó en Muang Ngoi, conocimos a Ramón y Mónica, aunque ahora viven en Murcia, él es de Torrelavega, concretamente de Viernoles y ella de Valencia.
Fue toda una coincidencia, además resultó que también estaban haciendo un viaje de un año, aunque el suyo un poco más aventura que el nuestro, salieron de España en coche y tras cruzar media Europa, bordeando el Mediterráneo pasaron por paises como Siria, Turquía, Irán, Israel, Jordania, y al llegar a Egipto, tuvieron la mala suerte de que les pillaron todas las revueltas , y tuvieron que salir pitando dejando allí el coche, y ahora están por el sudeste asiático, buscando un poco de tranquilidad después de un viaje tan ajetreado.
Nos pasamos horas contando aventuras de Torrelavega, porque ademas somos casi de la misma edad, así que como buen pueblo, nos conocemos todos y para no variar resultaron ser muy buena gente.
En la columna de la derecha podeis encontrar su blog Ara del Sur, su historia no tienen desperdicio.
La cosa tiene gracia, ni siquiera se puede ser el más viajero de tu pueblo. Hablando con ellos, nos comentaron que conocieron a una pareja de Santillana del Mar, David y Maria, a la que nosotros conocíamos de oídas, que acaban de terminar su viaje de cuatro años por el mundo, en la columna de la derecha os dejo el enlace, y también esta Carmen de Torrelavega que el año pasado lo estuvo dando la vuelta al mundo ella solita, también os dejo el enlace de su blog.
Como veis para ser una pequeña ciudad tenemos unos cuantos trotamundos.
Pasamos tres días en Muang Noi con Ramón y Mónica muy a gusto, el pueblo es una delicia supertranquilo y muy autentico, para caminar, alquilar un bote y visitar otros poblados, una pasada.
Nos quedamos con la sensación de estar viviendo un Laos bastante autentico, viendo como viven sus habitantes, como pescan, como se bañan en el rio, y como beben porque como se acercaba el año nuevo ya solían estar dándole duro al wiski Lao.
Con Mónica y Ramón echamos unas risas y además podíamos seguir las charlas desde la cabaña, ya que solo nos separaba una fina pared de mimbre, era como estar hablando con la pared en el confesionario.
Resultó, que llevabamos la misma ruta así que de momento parece que hemos encontrado compañeros de viaje para unos días.
Regresamos a Luang Praban para la celebración de el año nuevo laosiano, que se celebraba ininterrumpidamente durante cuatro días, también conocido como la fiesta del agua, y que consiste en pasarte 4 días lanzando agua a todo hijo de vecino, con pistolas de agua, mangueras, cubos.. todo vale.
Al principio acabamos un poco mosqueados porque llegamos al hostel empapados , hasta las mochilas.
Pero ya por la tarde, 4 cervezas, y una botella de wisky más tarde la cosa cambió, y nos lo pasamos en grande.
Lo mejor es que te empapen al principio, así ya no tienes nada que perder. Aunque alguno se resistió hasta el final, todos terminamos igual, empapados y un poco perjudicados.
El resto de dias en Luang Pravan, nos fuimos a ver un parque lleno de cataratas, muy bonitas, y refrescantes!
Aunque la ciudad nos decepcionó un poco, la antigua capital laosiana nos pareció diseñada mas para el turista que para la gente local, y nuestro entretenimiento consistía en pasear por la calle principal comiendo baguetes, batidos, pasteles, y noodlles, y es que la aportacion de los franceses a la cocina laosiana, forman una combinacion dificil de superar.
Bueno, ahora nos toca desandar camino hacia el sur, y como ya hemos echo equipo, pues nos quedaremos unos días en Van Bieng con Monica y Ramon hasta que terminen las celebraciones, que ahora todo el mundo esta de fiesta y no hay quien organize nada.
Así que a preparar el próximo destino, que promete ir sobre ruedas
Que marvilla!! precioso blog chicos,preciosas fotos,que viaje!!