Tras 5 horas de vuelo llegamos a Perth, tardamos más en cruzar Australia, que en llegar desde Nueva Zelanda, y es que Perth es la gran ciudad más aislada del mundo. Singapore se encuentra más cerca que Sidney, la ciudad más cercana esta a más de 3000 Km.

Esto hace que parezca otro país, una Australia más tranquila, más rural , más autentica, muy distante del bullicio , la sobreconstrucción y el turismo de la costa este.
Eso sí, el problema de las distancias , aquí se ve amplificado, y hay que cambiar el chip, sí no quieres deseperarte en la carretera.
Así que coche de alquiler, carretera y manta. Primero nos dirigiríamos al norte, concretamente a Shark Bay, una península situada a 1.000 km , siguiendo la costa.
Esta vez, nos compramos el equipo completo de camping, aunque tuviésemos que abandonarlo más tarde, cocinilla, nevera, cazo y cubiertos. No nos quedaba mas remedio si queríamos conservar los alimentos frescos.
Recibimos muchos consejos , cuando decíamos a donde nos dirigíamos. Llevad agua extra, garrafas de gasolina en el coche, móvil, en caso de avería no os separéis del coche, en el outback podéis morir en una hora…

La verdad que parecía que íbamos al infierno…
A los pocos kilómetros nos empezamos a dar cuenta que tampoco exageraban tanto, la carretera no transcurre pegada a la costa, y los pueblos, por llamarlos algo ,distan unos 100 kilómetros entre ellos, el paisaje es el típico del outback, así es como llaman al desierto los australianos, arena rojiza, algún árbol seco y unos 45 grados aderezados con las moscas más pesadas que habíamos conocido.

Y es que Australia, es así, la costa es bastante agradable para vivir, pero en cuento te adentras unos kilometros hacia el interior , todo es calor y desolación, en el centro prácticamente no hay nada, bueno hay desierto, que visto desde otro punto de vista es un ecosistema con una gran variedad de vida, pero para nosotros se trata de un sitio muy hostil.
Viajar por lugares asi hace que valores mucho más cuando llegas a un pueblo, y hace que lo veas todo mas positivo.
La primera noche dormimos en Kalbarri, un pequeño pueblo con mar , muy agradable, donde rompía una ola izquierda muy buena, casi sin gente, pero sin tabla y sin lugar donde alquilar me tuve que contentar con mirar.
A la mañana siguiente fuimos a ver a los Pelícanos, que acuden puntulales cada mañana para ser alimentados, una costumbre que cogieron de los pescadoes y ahora es un reclamo turístico, pero dado la poca gente que se acerca a esta zona, es bastante auténtico.
300 Km más por la carretera del infierno y entramos en la peninsuls de Shark Bay, que parecía pequeña, pero tiene más de 100 km de costa.
Realmente se trata de un sitio mágico, su aislamiento junto con una diversidad de fauna espectacular , hacen de el un lugar único en el mundo, totalmente salvaje.
Con sitios espectaculares como la playa de conchas, donde el agua tiene una salinidad que hace que flotes de manera exagerada.
Pero lo que más ganas teniamos era de llegar a Monkey Mia , una bahía donde dicen, es el único lugar del mundo en que los delfines acuden a la orilla para ser alimentados por el hombre.
Todo empezó en los años 60 cuando los pescadores empezaron a dar algún pescado a un delfin, este se acostumbró y no tardó en acudir con su familia.Hoy en día son los nietos de este delfín los que se acercan a la costa, estan todos controlados y son de la misma familia, el mayor tiene la misma edad que yo, 34 años !!
Bueno eso era lo que habíamos leído, esperábamos poder verles, aunque fuese de lejos.
Llegamos por la tarde, para al día siguiente acudir a alimentarlos, pero de todas maneras decidimos acercarnos a la zona, por sí los veíamos nadando.
Nos quedamos helados, sorprendidos, maravillados, cuando vimos a 5 delfines nadando en la orilla, jugando entre ellos, dejandose flotar, y allí casi no había nadie.

Tras tirar fotos como un poseso me tiré al agua a nadar, fuera de la zona donde se les alimenta, que está prohibido, pero en seguida pude llegar a ellos, al principio no me hicieron mucho caso, pero en cuanto se familiarizaron conmigo estuve nadando con ellos, me pasaban rozando, como misiles , iban y venían subían y bajaban, les pude acariciar… hoy todavía no me lo creo.

Lo extraordinario del asunto es que son delfines totalmente salvajes, solamente se les alimenta un poco cada día, les dan un pescado a cada uno, para que no pierdan su instinto cazador y se vuelvan dependientes.
De echo, uno de ellos el más pequeño, tiene la costumbre de pescar, y ofrecerle el pescado a la gente en la orilla, aunque parezca increible, fuimos testigos de ello.
Son unos bichos fascinantes.
Al día siguiente acudimos al tema de alimentarlos, pero después de lo que habíamos vivido el día antes nos supo a poco, nos quedamos dos días más disfrutando del lujo de compartir la playa con ellos.
Y no solo hay delfines, al dia siguiente paseando por la playa una manta raya se acercó a nosotros com un perro, y nos acompañó paseando por la orilla, ya se que parece increible, por suerte hay fotos, incluso se dejo acariciar!

Por supuesto, hay tiburones, por algo se llama Shark Bay , casi todos los delfines tenían cicatrizes de los ataques de estos. Aunque en los carteles te explican que aunque pueden atacar a un humano, los de esa zona tienen bastante alimento y no tienen necesidad, esperemos.

La playa era muy buena para nadar, así que me solía pegar un largo de 1000 m para nadar viendo peces por el fondo, una tarde que estaba nadando, vi a un pescador en la orilla, así que me desvíe un poco hacia adentro para no molestar, pero al mirar hacia el vi que me llamaba, pensé que era para que no me enredase con el anzuelo, o algo por el estilo, cuando al salir me dice,
-estoy pescando y he visto por aquí dos tiburones bastante grandes(señalando a una gran sombra cerca de la orilla) así que igual prefieres ir andando.
Eso sí, me lo dijo como el que te dice que te eches crema para el sol, que te puedes quemar, así que nada continúe caminando.
Eso si esta vez no me quede a sacar fotos.
Tras dormir en un camping free, donde antes de montar la tienda vimos una serpiente y dormimos un poco acojonados,y es que las 7 serpientes mas letales del mundo, se encuentran en Australia, decidimos ir moviendonos hacia el sur, y es que los Australianos, están tan acostumbrados a vivir entre animales que te pueden matar, que lo ven todo con mucha normalidad.



Para despedirnos de la zona visitamos los famosos estromatolitos, bueno en realidad nunca habíamos oído hablar de ellos pero hora somos unos expertos en el tema, así que ahí va la explicación.
Se trata de uno los primeros organismos vivos que habitaron la tierra hace 3500 millones de años, son como rocas vivas, respiran , transformando el CO2 en O2, y esto fue lo que hicieron durante 20.000 años creando la actual composición de la atmósfera de la tierra, y posibilitando la aparición de otras formas de vida, que luego se los comieron los desagradecidos, son tan primitivos que solo se pueden encontrar en zonas muy hostiles a otros organismos, como las hipersalinas aguas de Shark Bay.


Si no me cuenta nada, habríamos pensado que eran algas , pero hay que reconocer que su historia es muy interesante, ademas se creían extinguidos hasta hace 60 años.
Nos quedaban unos 1000 Km desandando camino, con parada exprés par ver el desierto de los Pinnacles, una de esa maravillas que la naturaleza ha creado forma de erosión.
Y
Y es que para ser el desierto tenia muchas cosas que ver.
Al final , la costa oeste, estaba superando las expectativas, todo mucho más salvaje, y auténtico. Lástima que al hacer las cuentas, vimos que nos estabamos saliendo del presupuesto, sino nos hubiésemos quedado más tiempo.
Siguiendo la tónica en Australia, no dejábamos de ver animales salvajes muy de cerca, como imaginareis, estamos encantados.
Bueno, prometo no volver a poner entradas tan largas, pero es que, había tanto que contar…
Me encantó esta parada…se ve que Perth era increíble!!! lo anotaré en mis futuros destinos…Buenísimas las fotografías!!! Un beso a los dos!
Hola guapa!! pues si que Perth es chulo, buen lugar para aprender ingles…
Un beso de los dos!
Albert cada vez te superas…espero k escribas una guia de viajes y te la publiken. Un beso a los dos. xx
Gracias Sandra, esperaremos poder seguir contando historias de este tipo, la verdad que lo de los delfines fue increible, a ver si se lo enseñas a mi madre que no la mujer no se entera!
un beso!!
Lo vuestro ya no tiene definición en ningún diccionario… La verdad es que ni me imaginaba que existieran sitios así por el mundo, ojalá algún día pueda hacer algo parecido.
Sois la caña… de mayor quiero ser como tu, jeje
Ese Brandan! no te imaginas la cantidad de gente que estamos encontrando viajando como nosotros, nos vemos en septiembre!