Con el problema de la furgo al fin solucionado, embarcamos hacia la isla norte, el crucero en si ya es flipante, ya que la mitad del camino transcurre dentro de un fiordo, así que a pesar del gélido viento pasamos parte del viaje en la cubierta despidiéndonos del sur.
La llegada a Wellington fue un poco impactante, después de tantos días sin por carreteras secundarias, pequeños pueblos y paisajes alucinantes, conducir por una autopista de 8 carriles te parece el infierno.
Nos sentíamos como Paco Martinez Soria en Nueva York, así que salimos echando leches de la ciudad, a pasar la noche en un sitio tranquilo.
El primer sitio donde iríamos iba a ser El Taranaki, un volcán de 2600 m. que se encuentra en la costa oeste muy cerca del mar, lo circunvala la Surf Highway, una carretera secundaria que bordea la costa, llena de spots donde surfear, siempre con el paisaje de un gran volcán nevado de fondo.
Suena bien no? joder que si suena bien.
Como todo no puede ser perfecto, esa semana no había ni una ola, así que me quedaría con las ganas de surf para cuando llegase a Raglan, y me podía centrar en subir al Taranaki.
Empezamos a ver el volcán casi desde 8o km antes de llegar, es precioso, es la típica montaña que dibujas en el colegio cuando eres un niño, con un poco de nieve por arriba, pero ese poco de nieve era bastante, y no habíamos traído equipación de alta montaña.
Ademas aquí son bastante precavidos con la seguridad , esperábamos que no pasase lo mismo que en Milford, y estuviese cerrada la ruta así que a cruzar los dedos.
Cuando llegamos al punto de información, nos dijeron que se podía subir, pero solo con crampones , piolet , ropa adecuada y avisando antes en el refugio, para que te tuviesen controlado.
Ya estábamos allí y eran las tres por lo que no nos daba tiempo a alquilar nada, así que decidimos hacer una intentona, siempre suelen exagerar con el tema dela nieve, y las 8 horas que recomendaban para la ruta también parecían demasiado.
Subimos poco a poco hasta el refugio, era bastante duro, pero llevadero.
Poco a poco empezamos a pisar nieve, y se empezó a meter la niebla, ademas era tarde,y no teníamos crampones ni polainas ni piolet, la situación era propicia para dar la vuelta, si hubiese ido con Fabio, habría dicho:
– naaaa nos da tiempo de sobra, y los crampones no hacen falta que la nieve esta muy bien
y hubiésemos tirado hacia la cumbre, nos habríamos quedado enriscados y hubiésemos pasado mas miedo que 11 viejas. Por suerte iba con Edurne y nos dimos la vuelta.
Si el tiempo nos dejaba mañana lo podríamos intentar con ms tiempo y con el equipo adecuado.
El día siguiente amaneció radiante, fuimos a buscar una tienda de montaña para alquilar el equipo.
Alquilé el equipo, Edurne prefirió quedarse en el campo base, decidió que para subir solo a 2600m, no merecía la pena ni ponerse las botas, así que me dejo subir en solitario.
Y de paso podía pedir ayuda por si no volvía, jeje.
Aunque la subida no era muy complicada, pasaba de ir supercontento, a acojonarme un poco cada vez que se metía la niebla y perdía referencias, pero en cuanto encontré una huella, todo fue más fácil.
Subí a tope, en parte porque tenía que devolver el equipo antes de las cinco, y en parte porque yendo solo, sino te aburres.
En un par de horas largas llegué a la cumbre, donde pude pasar un buen rato flipando con las vistas.
Sintiéndome feliz por tener la suerte de estar allí, en todo lo alto.
Me quedaba una hora para bajar a tiempo de entregar el equipo, y la nieve estaba como si fuese arena, asi que me tire corriendo, disfrutando como un enano, calléndome dando vueltas, resbalando.
Objetivo cumplido, llegamos a la tienda a tiempo!, ahora el premio, a buscar una playa para cenar viendo la puesta de sol con el Taranaki de fondo.
Y hoy toca sushi,yujuuu!
A perfect day !!
Continuamos camino del Parque Nacional del Tongariro, pero antes teníamos que cruzar la Forgotten Highway,un tramo de unos 160 km, que cruza la república independiente de Whangamomona, y no es broma.
Hace unos años, en 1989 el ayuntamiento trató de ajustar los limites locales, lo que significaba que el pueblo pasaba a pertenecer a otro municipio, la gente del pueblo no estaba para nada de acuerdo, porque entre otras cosas eso suponía tener que jugar en un equipo de rugby rival.
Así que los vecinos del pueblo, gente recia, se deshicieron de los dos municipios y se convirtieron en república independiente.
Aunque parezca una broma es verdad, hasta puedes sellar el pasaporte!
La verdad que el pueblo se encuentra bastante aislado y tiene un aire al lejano oeste.
Incluso eligen a su presidente democráticamente.
Mereció la pena conocer el pueblo, aunque la carretera nos dejo mareados durante todo el día, y al día siguiente nos esperaban 20 km de pateo cruzando el Tongariro.
Me encantaron las fotos…parecen tomadas por un profesional…Qué suerte su viaje al sur del mundo…ahora quiero ver las fotos del Tongariro, porque como me tocó con lluvia no pude ver ni un carajo…Los echaré de menos, pero los seguiré por el blog….Un beso a los dos …Enjoy in Australia!!!!
ohh no he podido evitarlo al ver la foto de la cena en la happycamper…
Umm que riiicooooo…