Después de una semana en Argentina volvimos a cruzar la Frontera hacia Chile, para recorrer la ruta austral, una carretera, construida en 1976
para comunicar los pueblos mas aislados de la patagonia chilena, se trata de una pista de grava, que cruza los Andes Patagónicos, lagos, fiordos, turbulentos ríos, y zonas de glaciares, comunica Villa O, Higins con Puerto Mount, y no esta terminada totalmente, por lo que en su tramo final hay que coger transbordadores para cruzar los fiordos.
Nada más cruzar la Frontera empezamos a sentir ese aislamiento, las distancias son inmensas y el transporte casi inexistente, así que la norma, empezó a ser , llegar a un pueblo de paso sin mucho atractivo, y tener que pasar allí el día entero porque el ferry o autobús , acababa de salir hacía una hora y no había otro hasta el día siguiente, cuando no estaba anulado por mal tiempo, por una fiesta, o por motivos varios.

Empezamos a entender como vive aquí la gente, con mucha paciencia, más que la nuestra,resignación al menos por el mal tiempo, ya que esta es una de las zonas que más llueve del planeta.
Así pasamos por Chile Chico, cruzamos en un Ferry el Lago Argentino, y llegamos a Puyuhuapy tras 7horas de autobus.

Puyuhuapy es un bonito pueblo a la orilla de una bahía, que fue fundado en los años 20 por inmigrantes alemanes, nos quedamos a dormir, precisamente en el hotel de la hija de unos de los fundadores del pueblo.
Y aprovechando , que la gripe de Edurne se puso más fuerte, con fiebre y malestar, nos quedamos tres días recuperando, sin mucho que hacer pero al menos en un sitio agradable.
Después de intentar coger autobuses, nos resignamos a esperar el único que pasaba a la semana, que suponía esperar otros 4 días más, pero finalmente decidimos intentar salir haciendo dedo, a una media de 4 cohes que pasaban por hora, poco a poco fuimos avanzando hasta llegar a Chaiten.

Después de el día perdido de rigor, tomamos el bus bimodal, que va cruzando los fiordos en un Ferry varias veces durante la ruta a Porto Mount, y a pera de tardar 12 horas, merece la pena por lo impresionante del paisaje.


En Puerto Mount, paramos lo justo, fuimos a Puerto Varas, alquilamos un coche, y encontramos una cabaña en otro pueblito, Ensenada , a orillas de un lago a los pies del Volcán Osorno, lugar idílico donde los haya.
Desde allí, exploramos la región de los Lagos, p y el Parque Vicente Perez Rosales , precioso para hacer rutas y a pesar de mis dolores de viejuno, volver a pegarme un par de palizas de 30km corriendo.





Nos habríamos quedado más días relajados en la cabaña, solamente admirando el lago y el volcán desde la terraza, pero teníamos que darnos prisa por los días perdidos en la ruta austral.
El siguiente destino , Pucon, que a pesar de volver a tener problemas para llegar, vaya infierno con los autobuses, resulto ser un sitio mucho mas agradable de lo que esperábamos, parecía una versión más turística, pero sin embargo tranquila de Puerto Varas, con su lago, su volcán perfecto, El Villarica, y su parque nacional.
Solo tuvimos un día para visitarlo, pero cundió, impresionantes bosques, salpicados de lagos azules, y rodeados de montañas, con el cono blanco perfecto del Villarica de fondo.


La pena que no pude subir el volcán, porque no tuve tiempo, y porque pasaba de ir con una expedición de turistas y pagar casi 100 Euros por el guía y equipo, si habría tenido un día, para organizarme habría alquilado equipo y me habría buscado la vida, pero no todo sale siempre perfecto.
Y ya desde Pucon, bus a Santiago y para Madrid, contentos después de caí un mes recorriendo el país, pero muy agotados de tanto ajetreo con el transporte y las distancias, la parte mala de la temporada baja,la falta de transporte y el frío, ademas Edurne ha estado medio viaje luchando con la gripe y con una muela rebelde. Asi que también vamos a disfrutar de la tranquilidad de volver a casa.